Abuela de 84 años brinda bienestar con clases de cocina en vivo

La Nonna Nerina hace un hueco pequeño en una pila de harina bien molida y con mucha habilidad parte un huevo en su interior. Su público, cinco desconocidos que la observan desde sus respectivas cocinas, imitan sus movimientos. El mes pasado, ella y su nieta Chiara Nicolanti dieron el salto de una experiencia offline a una experiencia online—y éste ha sido su mejor mes de ingresos hasta el momento. "Estamos comiendo mucha pasta", dice Chiara. Desde su pueblito en Italia, ella y su abuela convocan a gente de todo el mundo a su cocina para enseñarles a hacer pasta empezando desde cero. 

Uno de los primeros recuerdos que tengo es cuando bajaba a hurtadillas la escalera hacia la cocina, tratando de oír y de olfatear la pasta que estaba cocinando.

Este formato de reuniones exclusivas, impartido por Google Hangouts, en la que participan sólo unos pocos alumnos por clase, favorece las relaciones internacionales. La gran mayoría asiste para aprender a cocinar, dice Chiara, pero los vínculos que se establecen, inclusive a nivel personal, no son menos importantes. "Cuando la experiencia finaliza", dice Chiara, "suelo dejar las cámaras encendidas, para que los participantes puedan cenar con otra persona".

Recuperando sus raíces y compartiendo viejas recetas

Esta conexión es la esencia de Nonna Live (disponible en inglés), y el deseo de Chiara de volver a conectarse con sus raíces culturales fue el impulsor del negocio. Chiara creció en Palombara Sabina, un pueblito ubicado a 40 minutos al noreste de Roma.  "Pasé toda mi infancia cerca de mi abuela", cuenta. “Uno de los primeros recuerdos que tengo es cuando bajaba a hurtadillas la escalera hacia la cocina, tratando de oír y de olfatear la pasta que estaba cocinando.”

A los 18 años, Chiara se marchó de su casa para dedicarse a la profesión de actriz de teatro y viajó por todo el mundo. Al quedar embarazada de su primer hijo, desistió de la actuación y regresó a casa. En ese momento descubrió que su abuela se sentía sola desde la muerte de su marido unos años antes. Por eso, al igual que lo hiciera en su infancia, Chiara se conectó con su abuela gracias a la comida.  "Me enseñó todo un mundo que ya estaba por extinguirse", comenta, "un mundo formado por una comunidad de mujeres y por técnicas artesanales".

Chiara comenzó a compartir la historia de Nonna Nerina y sus técnicas de cocina a través de un blog y luego fue contactada para participar de Experiencias de Airbnb, un mercado de actividades organizado por los anfitriones locales de todo el mundo.  Durante los últimos tres años, las clases de Nonna Nerina han atraído a viajeros a una zona que hasta entonces no era muy turística. Al pueblo llegaban en tren grupos de hasta 20 personas, hacían un recorrido a pie y aprendían la auténtica cocina italiana de la mano de la mejor: una abuela de 84 años que creció elaborando alimentos con casi nada.

Nonna Nerina, el alma y el patrimonio de Nonna Live, nació antes de la Segunda Guerra Mundial y pasó su infancia trabajando en los campos cercanos a su pueblito.  Aprendió a leer, pero la mayor parte de su instrucción fue gracias a sus largas y arduas horas de trabajo. Aún así, conserva sólo buenos recuerdos de sus primeros años de vida. "Cuando la gente le pregunta sobre su infancia, ella dice: “La guerra estaba en el exterior, pero en el interior siempre había paz'", dice Chiara. De la guerra, Nerina recuerda la voz de su padre cantando un sonido más fuerte que el de las bombas.

Naturalmente, todas las abuelas piensan que su pasta es la mejor del mundo.

Nonna Nerina emplea exclusivamente técnicas del Viejo Mundo para hacer pasta, y estas habilidades se las ha transmitido a su nieta.  "En Italia, cada región tiene su propia manera de hacer pasta", dice Chiara. “Naturalmente, todas las abuelas piensan que su pasta es la mejor del mundo.”

Un amigo con una visión en común, se convirtió en socio del negocio

Hace dos años y medio, Chiara y Nonna Nerina recibieron a Brent Freeman en una de sus experiencias gastronómicas presenciales. Sus familias enseguida se hicieron amigas.  “Intentó robarme a mi abuela,” bromea Chiara. Brent es dueño de Stealth Venture Labs (disponible en inglés), una incubadora de empresas de marketing digital en San Francisco, y ha estado creando tiendas de ecommerce en Shopify en los últimos ocho años. Hace unos meses, Brent y Chiara se asociaron para hablar de una nueva visión respecto a las experiencias de Nonna Nerina: clases virtuales. "Quisimos proponer un nuevo modo de viajar por el mundo sin desplazarse", comenta Chiara. Ambos comenzaron a planificar cómo presentar a Nonna online. "Era evidente que esto iba a funcionar", dice Brent, "pero era sólo cuestión de tiempo".

Ese tiempo resultó ser el presente. En febrero, Italia se convirtió en uno de los primeros países en registrar un súbito aumento de casos COVID-19. El gobierno italiano decidió restringir los viajes, someter a algunas ciudades a cuarentena y cancelar los grandes eventos. "[Chiara] pasó de tener entre 10 y 20 turistas por día a cero", señala Brent. De pronto, el plan de trasladar el negocio online se aceleró. "En verdad tuvieron que dar un rápido vuelco a su manera de pensar y a la forma de lograr que todo esto resulte."

Un sábado por la mañana, me senté, y en tres horas, creé Nonna Live.

Con la experiencia que tiene Brent en la creación de tiendas online, él entró en acción a principios de marzo. “Un sábado por la mañana, me senté, y en tres horas, creé Nonna Live.”

Incluso antes de que la pandemia golpeara de lleno a Italia, la tasa de desempleo general del país ya era bastante alta, oscilando en torno a un 10% durante los cinco últimos años.  Además, Italia registra una de las tasas de desempleo juvenil más altas de la UE. "Ahora, con la crisis, todos están sin trabajo", manifiesta Brent. "Y todos están buscando la forma de adaptarse". Chiara y Brent se vieron forzados a adaptarse, pero el negocio está prosperando bajo este nuevo modelo. Y no solamente ha garantizado ingresos para la familia de Chiara, sino que también ha permitido que otros puedan hacer lo mismo. "Chiara es ahora una fuente de ingresos de su pequeño pueblo", declara Brent. "Esto ha abierto un portal de esperanza e inspiración para los habitantes afectados por la cuarentena."

Una familia que acepta el cambio poco a poco

El COVID-19 no ha sido el único desafío que se ha planteado en cuanto a la difusión online. En un principio, Nonna Nerina era la anfitriona de la mayoría de las clases virtuales y, a los 84 años, está muy convencida de lo que hace. "Ella tiene un gran empuje", afirma Chiara. "No me hace caso. Hace lo que quiere." La tecnología era desconocida para su abuela y le llevó un tiempo ayudarla a comprender que las personas con acceso virtual podían verla y oírla.

Desde el apartamento de 700 pies cuadrados donde vive con su marido Enrico y sus dos hijos pequeños, Chiara está realizando todas las clases como consecuencia del confinamiento. Durante nuestra entrevista, la llamada se vio interrumpida por la mala conexión a Internet y por la curiosidad de los niños. Pero ellos logran que el servicio funcione. "Por suerte, Enrico es editor y especialista en audio y video", nos cuenta Brent. "Él está detrás de escena, trabajando fervientemente para resolver todo." Gracias a la diferencia horaria, Chiara puede enseñar por las tardes mientras los niños duermen y fuera del horario pico, la conexión a Internet es mucho mejor.

A veces no hay tiempo, simplemente hay que actuar, señala Chiara. Así, sobre la marcha, te vas adaptando, procurando hacerlo cada vez mejor.

Chiara estaba nerviosa ante la idea de dar clases ella sola, sin contar con la experiencia de su abuela. La llamó para pedirle consejo sobre cómo hacer pasta. "Le pregunté: 'Abuela, ¿cómo hago la pasta?' y ella respondió: `”Ay, niña bonita, esto lo has estado haciendo desde que naciste'", relata Chiara. "En realidad, sí, era cierto."

Platos llenos y un emocionante futuro por delante

Brent afirma que Chiara y él aún siguen resolviendo algunas cuestiones. Las clases online se han agotado desde que se lanzaron, y ambos intentan encontrar la manera de atender a una mayor cantidad de gente. Un elemento clave de su plan es capacitar a otras abuelas de la aldea para que hagan lo mismo. Son muchos los jóvenes que han perdido sus trabajos, por lo que hay abuelas con hijos o nietos que disponen de tiempo libre.  "Otra abuela me llamó y me dijo: “Mi hijo perdió su trabajo'", dice ella. "Le pregunté, “Bien, ¿habla inglés?" Así que les compré cámaras, y voy a ayudarlos a hacer pasta juntos."

Al mismo tiempo, ellos están haciendo otros cambios, modificando el modelo continuamente. "A veces no hay tiempo, simplemente hay que actuar”, señala Chiara. “Así, sobre la marcha, te vas adaptando, procurando hacerlo cada vez mejor".

Brent atribuye el éxito de Nonna Live al carisma de sus anfitrionas, aunque también a la oportunidad. Las empresas que suministran productos básicos para las necesidades humanas—papel higiénico, alimentos, seguridad—se defendieron bien en los inicios de la pandemia, pero aquellas que ofrecen un sentido de pertenencia y de comunidad recién ahora comienzan a notar un avance significativo. "La gente está enloqueciendo en sus casas", señala. "¿Cómo podemos ayudarlos a conservar la cordura?  Eso es lo que Chiara está aportando".

Con un infante sentado en su cadera y Enrico regulando la iluminación detrás de la cámara, Chiara concluye nuestra llamada lista para recibir a otros cinco desconocidos en su hogar. "Me esfuerzo por dar lo mejor de mí todas las noches", dice Chiara. "Comparto nuestra historia y dejo que disfruten un poco de Italia, de nuestra familia y de los secretos culinarios de mi abuela."

Publicado por Pablo Golán, editor en jefe del blog de Shopify en español y responsable de marketing de contenidos y localización para España y Latinoamérica. Texto original de Dayna Winter. Traducción a cargo de Liz Leancole.